Un dilema llamado N'Golo Kanté

N'Golo Kanté no atraviesa el mejor momento de su carrera deportiva. El centrocampista internacional francés del Chelsea vive problemas físicos que no le han permitido estar con regularidad con el resto del equipo.

Sus últimos años a nivel deportivo le han permitido ser considerado uno de los mejores centrocampistas del mundo. Sin complejos, de forma rotunda, sin lugar a la duda. Su capacidad de recuperar balones estaba a la altura de muy pocos y su cada vez mayor ánimo de cara a portería le convirtieron en una pieza clave y vital del Chelsea.

Sin embargo, sus problemas físicos se han convertido en rutina. Lesiones que se han alargado, molestias musculares que no se han ido. Kanté no forma parte del equipo como antaño y su papel, en consecuencia, se ha convertido en totalmente secundario. Llama incluso la atención conocer novedades de su persona por haber desaparecido de la actualidad pública del equipo.

Entonces, problema. Entonces, ¿qué ocurre? La renovación de su contrato (que acaba en 2023) se ha convertido en un tema de debate. Su aportación al equipo desde su llegada es incuestionable, es indudable que ha rendido como se espera e incluso ha mejorado las expectativas. Sin embargo, sus continuos problemas físicos son un problema demasiado serio como para pasarlo por alto.

En Stamford Bridge tienen claro que es un jugador importante, que ha sido pieza clave desde hace temporada, pero también son conscientes de que su renovación, con su actual estado físico y continuado, debe ser un punto importante para comentar y tener en cuenta.

Desde Londres se afirma que primero deben aclarar su estado físico, primero debe volver la regularidad a su estado físico. A partir de ahí, seguramente, la renovación se desbloquearía.

¿Debe renovar el Chelsea a Kanté? Deportivamente, sí. Éticamente, surgen dudas. Por ello, la operación estaría actualmente parada.