La consagración de Reece James

El Chelsea es uno de los equipos más en forma de la Premier League y de la Champions League. El actual campeón de Europa sigue opositando fuerte en cada uno de los torneos que disputa desde la llegada de Thomas Tüchel al banquillo hace algo menos de un año.

La metamorfosis es una realidad absoluta. Pasaron de soñar con puestos continentales como algo utópico a meterse entre los cuatro primeros y coronarse campeones del Viejo Continente. Y entre muchos de los aspectos que mejoraron, evidentemente, tienen su presencia en futbolistas que han crecido como la espuma.

Reece James es uno de los jugadores más en forma del Chelsea. Su rendimiento y su progresión le han permitido instalarse en la élite inglesa de forma rotunda e incluso se ha consagrado como un fijo en las listas de Gareth Southgate con Inglaterra.

Es una realidad. En apenas dos temporadas ha evolucionado a velocidad de vértigo gracias a su buen papel defensivo y a su incansable protagonismo llegando por banda derecha. Su protagonismo es tal que Tüchel le ha otorgado plena confianza y, así, la figura del capitán César Azpilicueta puede ser parte de las rotaciones. Ahora mismo, el inglés es titular casi por decreto.

Con su cara de niño, con su frescura, con su descaro, con su capacidad de marcar la diferencia desde el juego exterior. En Inglaterra ya comienzan a hablar sin complejos de que es el mejor lateral inglés de momento. Algunos opinan que no hay que olvidarse de Alexander-Arnold ni de Kyle Walker. Cuestión de gustos, como todo, pero lo que es cierto y parece irrebatible es que James es uno de los laterales más en forma del momento. Incluso abriendo el abanico del fútbol europeo.

Reece James es uno de los valores más interesantes de este Chelsea. A nivel deportivo, por motivos obvios, pero se trata de un futbolista criado y fabricado en Cobham. Es un ejemplo perfecto de que en un proyecto tan multimillonario y global como este equipo también tiene hueco para jóvenes valores que han llamado a la puerta desde la propia casa. Otros ejemplos de ello son jugadores como Mason Mount, Hudson-Odoi o Chalobah.

Su valor de mercado ha aumentado de forma considerable y es la consecuencia más lógica y esperada viendo su consagración. Tiene confianza total y absoluta. Es la clara evidencia de que él es consciente de lo aprendido, de lo conseguido y que ya se ha convertido en uno de los jugadores más destacados del fútbol inglés.

Un acierto total y absoluto del Chelsea cuando Frank Lampard era su técnico. Un movimiento que, además, asegura una posición clave en el juego del equipo durante los últimos años. Tener un futbolista joven, de plenas garantías, consagrado, que conoce el club desde pequeño, es un seguro de vida que los Blues van a tener muy en cuenta en las próximas temporadas.

Mientras tanto, mientras su etapa profesional siga creciendo, podemos estar ante uno de los mejores laterales británicos de la próxima década.