La victoria de Gennaro Gattuso
El Napoli es finalista de la Coppa Italia 2019/20. Sin duda, la edición más extraña de la historia con el torneo parado durante tres meses por culpa de una pandemia y con la posterior definición del mismo en apenas cinco días.
Los ‘partenopei’ han logrado el pase a la final a pesar de tener que jugar la vuelta de semifinales en casa sin público y teniendo que enfrentarse a Lazio e Inter en medio de una temporada caótica. Un triunfo inesperado que puede tener un broche de oro.
Pero para valorar lo conseguido vale la pena volver al el mes de diciembre de 2019 cuando Gattuso aceptaba la ‘patata caliente’ de sustituir a Ancelotti en el banquillo de San Paolo. Carletto no había logrado la paz entre la plantilla y el presidente De Laurentiis y al final todo se acabó rompiendo por culpa de los malos resultados. Y para apagar ese fuego llegó Rino.
Al inicio su adaptación no fue fácil pero ya en enero se empezó a vislumbrar la mejoría defensiva creada gracias a una empatía con los futbolistas que antes no existía. La mano del ex-centrocampista del Milan comenzaba a notarse.
Los resultados en Serie A no acababan de ser regulares hasta que llegó febrero y el duelo decisivo de Champions League ante el FC Barcelona, y ahí es donde verdaderamente se notó el perfeccionamiento táctico del Napoli. El nuevo sistema dejaba muy pocos espacios y se consiguió un meritorio 1-1 contra Messi y compañía. Esa gran prueba, junto al 0-1 en San Siro en las semifinales de ida ante el Inter a mitad de mes, supuso el cambio de rumbo del nuevo proyecto en la capital de la Campaña.
Pero en medio de esta revolución llegó la pandemia y con ella el riesgo de perder todo lo aprendido en los tres meses anteriores. Una situación que para Gennaro se volvió aún más difícil al perder a su hermana con la que estaba muy unida. Sin embargo, este episodio acabó por unir más la relación con la plantilla y la sensación es que los futbolistas han querido servir a su ‘jefe’ con la gran prestación realizada contra los ‘nerazzurri’ este pasado sábado.
El gran trabajo producido en fase defensiva para ahogar al equipo de Antonio Conte, qué dominó el duelo en la posesión y en ocasiones, llevó a los ‘partenopei’ a defender el 1-1 y el pase a la final. La fiesta y la dedicatoria a la hermana de Gattuso era obligada. Una pequeña victoria que puede servir para construir un proyecto de futuro para un entrenador que muchos pensaban que iba a fracasar.
Hasta la fecha, la carrera como técnico del ex-centrocampista no ha sido nada fácil: ha tenido que crecer en un Palermo a la deriva, un OFI Creta endeudado, demostrar su valía subiendo al Pisa a Serie B y luego sufrir un Milan desestructurado. Por eso, llegar a la final de Coppa ya es un gran triunfo y ganarla puede ser su consagración como entrenador de nivel.