Cómo ver un partido vintage en directo
Era sábado. El Manchester City recibía al Watford en el Etihad Stadium en un encuentro alejado de los grandes focos y con un contexto a priori favorable a los de Pep Guardiola. Y así ocurrió. Victoria 3-1 del líder ante los de Javi Gracia. Pero lo que iba a ser una tarde tranquila en Manchester se convirtió en una tarde vintage, de tintes pasados, de retrocesos sentimentales.
Vivimos un último año en el que el VAR se ha instalado en nuestras vidas. Decían que llegaba para romper las polémicas, para acabar con corrientes necias que hablaban de conspiraciones e intereses en favor de unos y, por el contrario, en contra de otros. Era una herramienta que iba a acabar con las injusticias. Y, bueno, digamos que se ha instalado, que es habitual verlo y saber que no siempre es fácil cantar un gol porque en apenas segundos puede pararse el tiempo hasta que el colegiado se quita el dedo del oído para confirmar o desmentir lo ocurrido.
El VAR es una realidad. Con sus críticos, con sus defensores, pero es algo ya habitual y aceptado. Excepto en Inglaterra. La Premier League instalará la tecnología del videoarbitraje (sí tienen ya el Ojo de Halcón en línea de gol) a partir de la próxima temporada, pero hasta entonces seguiremos retrocediendo al pasado, haciendo viajes temporales a épocas que parecen lejanas pero sólo ocurrían hace 2 años. Sí. El 1-0 del Manchester City contra el Watford, obra de Sterling, tuvo polémica.
La jugada fue majestuosa, pero en el momento del último pase, cuando Agüero cede la posesión a Sterling, el atacante inglés estaba en fuera de juego, bastante adelantado, y el gol subió al marcador tras la decisión arbitral. El juez de línea, acertó. El árbitro principal, corrigió y dio por válido el gol, y erró. Todos quedamos atónitos al ver cómo ese gol iba a subir al marcador, cómo iba a darse por válido viendo semejante fuera de juego. De repente, en la era del VAR, en la que parar un partido 1-2 minutos para dar validez, o no, a ciertos errores, subió al marcador un gol que era en fuera de juego.
Un shock que nos hizo retroceder a épocas pasadas. Por un momento parecía que veíamos un partido vintage, de otra época, de otro tiempo pasado en el que la tecnología no estaba presente.
El VAR es criticado por la utilización de los medios para que la polémica siga latiendo. Planos incorrectos, intereses para emitir unas repeticiones y no otras, intereses para que aparezcan imágenes de unos y no de otros. Sí, para eso precisamente, para desmentir a la tecnología, para desmentir a esa herramienta que llegaba para dar transparencia al fútbol y para intentar mejorar los siempre omnipresentes errores humanos de los colegiados. Porque sí, son personas, con errores pese a su gran profesionalidad y preparación.
Una herramienta criticada, con detractores, pero ya instalada y asimilada como normal. Es por ello que una liga como la inglesa, donde todavía no está presente, ver que un gol ilegal se da por válido, que sube al marcador y decanta un partido de forma injusta, se convierte en un auténtico shock de realidad que nos hace plantear internamente cómo se ha podido jugar al fútbol así, permitiendo en cierta medida este tipo de irregularidades no-forzadas.
Aquel Manchester City-Watford, sin quererlo, se convirtió en un partido vintage, en un encuentro de fútbol del pasado que se estaba disputando en directo en la liga más mediática del mundo. El VAR llegará la próxima temporada al fútbol inglés, pero hasta entonces seguirán ocurriendo este tipo de acciones en las que errores humanos seguirán existiendo. Seguiremos viendo fútbol vintage durante las próximas semanas en las islas