El peligro del Liverpool nace en el exterior
El Liverpool sigue peleando por una Premier League que se ha igualado un poco tras el tropiezo del Manchester City en la última jornada. El conjunto de Klopp quiere igualar las cosas tras el paseo militar de los de Guardiola el curso pasado y, pese a que los de Manchester metieron la marcha directa hacia el título, pueden meterse de lleno en la batalla frente a la recta final de la campaña.
En Anfield se encuentra una de las plantillas más competitivas, completas y rentables del fútbol inglés, europeo y mundial. En todas las zonas del terreno de juego se localizan algunos de los mejores futbolistas del planeta. Un resultado (el actual equipo) iniciado hace unos años a golpe de talonario para, a largo plazo, recuperar el terreno perdido en las últimas dos décadas.
Al Liverpool llegaron uno de los mejores porteros, algunos de los defensas más contundentes, completos de lujo para el centro del campo y un tridente ofensivo a la altura de muy pocos en el mundo.
Entre ellos, entre esos jugadores que llegaron a la primera plantilla Red, destacan de forma notable Alexander-Arnold y Andrew Robertson. Uno se ha consagrado en el primer equipo desde la cantera. El otro llegó sin hacer demasiado ruido y se ha consolidado en la élite como uno de los más destacados.
Alexander-Arnold pidió cita con la primera plantilla y, poco a poco, mes tras mes, fue ganando minutos sobre el terreno de juego, fue obteniendo protagonismo y ha acabado convirtiéndose en el (para muchos) mejor lateral derecho del mundo. Un jugador de la casa, que siente el club como pocos, alcanzando la cima mundial que, además, ha conseguido complementarlo con las internacionalizadas con Inglaterra.
En el otro bando, en el lugar opuesto, se encuentra Andy Robertson. El lateral escocés llegó a Anfield procedente del Hull City sin levantar demasiadas expectativas, sin grandes focos, en silencio, y ha ido ganándose a los conocidos del lugar semana a semana con su fútbol directo, activo, presencial en metros finales.
Y lo mejor de todo, lo que más valoran a orillas del río Mersey. Juntos forman la que muy seguramente sea la mejor dupla de laterales del planeta. Uno por la derecha. El otro por la izquierda. Ambos siendo igual de productivos, igual de participativos, igual de determinantes.
Jurgen Klopp les ha convertido en pieza vital en el esquema del equipo, pero a su vez ellos han provocado con su fútbol que el alemán les haya otorgado el papel de titulares indiscutibles. Son dos de los mejores laterales del mundo (quizás lo sean de forma clara), pero además son dos jugadores que aportan de forma directa sí o sí en prácticamente todos los partidos del Liverpool.
Sus datos en la primera plantilla del Liverpool son incontestables, pero a corto plazo, en la actual dinámica deportiva de equipo, dejan muy claro su importancia, relevancia y determinación.
De los últimos siete goles marcados por los Reds en seis de ellos ha habido asistencia de Robertson y Alexander-Arnold. De hecho, se las reparten equitativamente con tres para cada uno.
Ya no es su capacidad de marcar la diferencia en sus respectivas zonas del campo, sino que generan escenarios alternativos paralelos a los encuentros. Siempre el juego exterior es una amenaza, y lo positivo e importante es que ocurre igualmente en ambas bandas. Cuando no es Trent, es Andy. Y al revés.
Son jugadores que aportan a nivel goleador y asistente, pero además contribuyen con soluciones cuando los partidos se estancan, cuando necesitan soluciones. El juego por fuera, por banda, del Liverpool es una de sus piezas claves y se ha convertido en una de las principales amenazas deportivas para los equipos rivales.
Con permiso del tridente Salah, Mané y Diogo Jota (Firmino ahora es suplente), la dupla formada por Robertson y Alexander-Arnold es seguramente una de las mayores armas que tiene a su disposición semana tras semana, temporada tras temporada, Jurgen Klopp.