¿Es Pep Guardiola un entrenador sobrevalorado?
No. Podría acabar mi post aquí, afirmando que Pep Guardiola sea un técnico sobrevalorado, negando que no tiene mérito lo que ha conseguido, rechazando cualquier postura contraria a lo que sea un mínimo respeto por su trayectoria.
No es la primera vez que salgo en defensa del técnico catalán, pero de vez en cuando me gusta ponerme delante de la tecla para darle el mérito que cientos, miles, de dudosos aficionados al fútbol intentan restarle. Digo intentan, claro, porque nadie lo consigue. Su palmarés es tan rotundo, tan incontestable, que cualquier señalamiento público hacia su figura retrata más al emisor que al receptor.
Poner en duda al Pep Guardiola entrenador es obsceno, poco ético, lejano a la coherencia. Es uno de los mejores entrenadores de la Historia y hay gente que no lo asume. Personalmente, creo que sí lo asumen, pero les gusta formar parte del teatro posicionándose en una postura antagónica a la lógica porque así, sólo así, se sienten importantes.
Guardiola es el referente máximo de sus detractores. Éstos existen porque existe Pep. Si el técnico catalán no existiera, si su carrera fuera mucho menor, si su trayectoria como entrenador no fuera tan laureada ni su figura tan respetada, ellos buscarían otro objetivo.
Tengo claro una cosa. Las críticas hacia Pep Guardiola nacen desde factores extradeportivos. Poner en duda su palmarés deja entrever cierta deficiencia mental. Pero, claro está, sus orígenes, sus posicionamientos sociales, culturales y políticos, exalta a cierto sector que vive en otras décadas pasadas de la historia de España.
Me llama la atención cómo hay gente que sigue poniendo en duda su gestión de vestuarios, su filosofía, sus métodos, su forma de trabajar, su obsesión por seguir siendo. Todo ello una década después. Hizo mucho daño en el centro peninsular español. Es curioso como diez años después de aquellos primeros años dorados y gloriosos quedaron de por vida grabados a fuego en las mentes de muchos aficionados que le ven como el que les privó de sus deseos, y no tanto como el genio de los banquillos que sea.
Escribo estas líneas porque hace unos días, en pleno 2022, sigue habiendo gente que resta méritos a todo lo conseguido por Pep Guardiola. Da igual que transforme sus equipos, que cualquier equipo al que haya entrenado sufre una metamorfosis en su estilo y se convierte en un equipo demoledor. Da igual. Ellas, ellos, no lo ven. No les interesa. Siguen instalados en ese estado de comodidad y fugacidad huyendo del pensamiento y la reflexión.