La casi vulgar rutina de Edouard Mendy
Edouard Mendy se ha convertido en uno de los mejores porteros del mundo. O al menos mediáticamente, porque algo tuvo que ver Lampard para que pidiera al Chelsea su fichaje de forma rotunda.
El portero de origen senegalés ha conseguido consagrarse en la élite. Dar el salto a la que seguramente sea la liga más mediática del mundo, a uno de los equipos más seguidos del planeta, firmando actuaciones estelares y con una temporada rotunda a nivel colectivo con el club londinense pueden ser argumentos sólidos para ello.
Es una realidad incontestable. Pero al mismo tiempo que ha ido enamorando a conocidos y extraños con sus paradas, estiradas y actuaciones ha acabado instalando una rutina que es tan regular como alarmante. Alarmante en términos positivos, ya que no se trata de nada negativo ni preocupante.
Esta temporada Mendy ha dejado la portería a cero en el 75% de las ocasiones. Lo consiguió en el 55'55% el pasado curso durante meses de auténtico frenesí deportivo que permitió al Chelsea ser, entre otras cosas, campeón de Europa.
Estos dos datos son el mejor ejemplo. Si uno lee 75% y 55'55% parecerá que esta temporada es excelsa, mucho mejor que la pasada. Y aunque objetivamente sea así (ha aumentado casi un 20%), lo cierto es que el curso anterior ya fue una barbaridad. Firmar un 55'55% supuso que en uno de cada dos partidos no encajaba. Un dato rotundo que, como acabó siendo rutina, daba la sensación que no eran tan meritorio. Y todavía más, como digo, si lo comparamos al dato de esta temporada.
Mendy ha convertido en normal dejar una portería a cero con el Chelsea. Firma tantas veces este escenario que lo está convirtiendo en algo habitual. Ya no es noticia, o al menos ya no destaca tanto. Lo hizo la temporada pasada y lo sigue haciendo este curso. El porcentaje de veces en las que el club inglés no encaja gol en sus partidos le permite ser uno de los más sólidos del fútbol inglés y europeo.
Y ahí está el 'peligro', la desvirtualización, la falta de justicia poética. Lo hace tantas veces que convierte algo muy complicado en algo sencillo. Al menos esa es la sensación. Algo similar a lo que consiguió durante años Leo Messi en las filas del Barcelona.
Es cierto que Mendy tiene todo tipo de actuaciones y partidos. Existen tardes y noches en las que no tiene apenas trabajo y la defensa del Chelsea tiene mucho que ver, pero lo relevante es que cuando el rival consigue sobrepasar la barrera defensiva el papel del senegalés hace acto de presencia y dicta sentencia.
Es la dulce rutina de la portería del conjunto londinense. Es la contundente dinámica del campeón de Europa que oposita de forma más que sólida a recuperar un trono inglés que no consigue desde el año 2017. Un objetivo que, con un portero como Edouard Mendy, quizás pueda ser algo más accesible.
Si el Chelsea complementa las grandes actuaciones de su guardameta con un buen papel a nivel ofensivo, la temporada de los Blues tienen un alto porcentaje de probabilidades de acabar de forma positiva a final de curso.