La realidad que no se ha querido destacar del Manchester City
Personalmente, no me sorprende que el Manchester City sea el líder de la Premier League. Y no por su potencial. Y no por la enorme calidad que tiene Pep Guardiola a su disposición semanalmente.
No me sorprende porque el conjunto de la zona Sky Blue de Manchester tenía partidos pendientes, aplazados, por disputar. Su posición era virtual, no era real. Es cierto que sufrió algunos tropiezos que hicieron crear dudas a principios de temporada, pero el escenario era tan irreal como oportunista. Más tarde o más temprano, la reacción matemática iba a ser real, iba a verse reflejado en la clasificación del campeonato inglés, y es lo que tenemos actualmente.
Era curioso ver cómo eran “buenos” en Champions League y “malos” en Premier League. ¿Nadie se daba cuenta de ello o eso de ver a largo plazo está ya caducado? Me temo que es lo segundo. En esta época de fugacidad, de últimas horas que tienen fecha de consumo mínimas, donde ya no valen de un día para otro, es lógico pensar que mirar más allá de lo que se ve es raro. Pero, insisto, no era real. Podía ser excitante para los detractores de Guardiola, para las corrientes informativas y populares que no siguen las dinámicas del club inglés, pero era igual de injusto como falso.
Si un equipo tiene dos partidos menos por disputar es lógico pensar que tiene una desventaja visible respecto al resto. Si un equipo gana dos partidos porque los ha disputado y el otro suma cero puntos porque no ha disputado ni un sólo encuentro, ¿dónde está la gracia? ¿Dónde está la lógica? Pues ese es el resumen de lo ocurrido y por lo que, insisto, no me sorprende que ahora el Manchester City sea el líder de la Premier League.
Es verdad, es cierto, que sus cifras son menores respecto a cursos pasados, que sus victorias son más ajustadas, con menor autoridad, con márgenes mucho más apretados. Es cierto, también, que la irregularidad de la zona alta ha provocado que el equipo que consiga perder el menor porcentaje de puntos será el futuro campeón (no descubro América con esto), pero ningún equipo ha conseguido erigirse como el favorito número uno.
Tras el paseo liguero del Liverpool el curso pasado, la lista de equipos peleando por los puestos europeos y el título ha sido enorme. Ya han sido hasta nueve equipos los que han tocado con sus propias manos el liderato en algún momento del campeonato, siendo sólo seis los que han acabado una jornada en lo más alto.
Una gran noticia para el aficionado neutral que está viviendo una de las Premier League más emocionantes en muchos años. Objetivamente, pensar en una liga con hasta seis equipos diferentes siendo líderes deja muy claro que la igualdad está siendo máxima, que los tropiezos llegan desde todos lados sin importar el supuesto nivel de los protagonistas. Pero si a eso se le suma que el Manchester City no tenía los mismos partidos disputados que sus competidores, la situación era atractiva, pero no reflejaba la realidad.
De hecho, sigue sin ser real, ya que cuando se publica este texto, el conjunto de Guardiola todavía tiene un partido pendiente, por disputar, lo que podría permitirles abrir más ventaja respecto a sus perseguidores.
Ahora bien, ¿es el candidato número uno a ser campeón este año? El gran favorito estaría por ver, pero uno de ellos sin duda. Ver a los del Etihad Stadium fuera de puestos europeos era tan raro como desvirtuado, pero ahora poco a poco la normalidad va ganando terreno a este escenario irreal que se ha vivido durante meses y el Manchester City empieza a ganar enteros para ser considerado el equipo más en forma para futuras semanas.