No sean injustos con Maguire
Harry Maguire quizás esté viviendo una de sus temporadas más cuestionadas desde que llegó a Old Trafford allá por julio del año 2018. El elevado precio pagado por su traspaso (80 millones de libras) procedente del Leicester le convertía en el defensa más caro de la historia.
Un fichaje marcado, evidentemente, desde el principio por el dinero, por la estratosférica cifra que le permitió dejar el King Power Stadium. Sigue siendo el central más caro del mundo y eso, para muchos, es un factor de exigencia extra que sitúa una lupa y un foco enorme sobre su figura partido tras partido. Más todavía cuando su nivel ha bajado.
Es cierto que las sensaciones, el rendimiento y las actuaciones de Maguire están por debajo de lo ofrecido los dos últimos años. Es cierto que quizás esta temporada no está cumpliendo expectativas. Pero igual de cierto es lo anterior como que no es el único caso en la plantilla, y más concretramente en la defensa de los Red Devils.
No es una excusa vulgar para intentar maquillar al defensa británico, sino que la defensa es precisamente uno de los puntos más erróneos del Manchester United esta temporada y, en consecuencia, las cifras defensivas del equipo han empeorado. Y han empeorado porque no sólo Maguire ha bajado el nivel, sino que otros jugadores como Wan-Bissaka (que venía de ser considerado uno de los laterales ingleses de la próxima década) o Luke Shaw (que firmó una extraordinaria temporada pasada) han bajado considerablemente sus aportaciones.
Si a eso se le suma que el esperado fichaje de Varane no está siendo lo esperado por problemas físicos constantes y que Lindelof se mantiene en su línea desde que llegó a Inglaterra lo cierto es que el supuesto problema de Maguire se convierte en un paso atrás colectivo.
Insisto. No es maquillaje, ni intentar encontrar excusas para defenderle, pero las cifras defensivas del equipo también han dado un vuelco a la inversa, y son varios los jugadores (especialmente en la defensa) los que han dado un paso atrás. Es un problema más colectivo que individual. Quizás sea un cúmulo de factores únicos que, en conjunto, generan un problema mayor.
Maguire ha bajado su nivel. Es cierto, o al menos así se transmite, pero unificar las críticas y comentarios nocivos, nada constructivos, sobre su figura es tan real como injusto. Debería abrirse el abanico de las críticas, porque si el precio es el problema quizás no habría que dejar de lado los precios pagados por otros casos comentados como Wan-Bissaka (55 millones de euros), Varane (40 millones de euros) o Luke Shaw (38 millones de euros).
Estamos ante uno de esos casos marcados por el precio de sus traspasos. Cantidades por las que ellos no son culpables de nada y por los que deben vivir con unas cargas mentales gratuitas que generan todo tipo de comentarios. Uno de los que más sentido del humor me despierta es que se trata de un defensa sobrevalorado.
Dejen de hacer el rídiculo y no sean injustos con Maguire.