Pacto en el vestuario de la Juve para respaldar a Sarri

La tercera derrota de la temporada de la Juventus, la segunda seguida fuera de su estadio, ha encendido las alarmas en los dirigentes de la entidad de Turín. La señal más clara fue la cena que el presidente Andrea Agnelli organizó con el entrenador del equipo para analizar los errores que han sucedido en las últimas dos semanas. Unos fallos que el proprio Maurizio acachó públicamente a la falta de intensidad y a la ‘ligereza’ o relajación con la cuál sus futbolistas se tomaron el partido. Es decir, claramente señaló a sus chicos.

Pero además de esa reunión entre padrón y míster, ha habido otro encuentro importante en la casa de la ‘Signora’. El director deportivo Fabio Paratici ha querido hablar con los capitanes Gianluigi Buffon y Giorgio Chiellini para intentar entender el clima de un vestuario que desde fuera da la sensación es que no sigue al nuevo preparador y sus ideas de juego. Sin duda esto es lo que más preocupa al dirigente ‘bianconero’ sobre todo porque sabe que en el Inter todos siguen a Conte y esto puede ser el factor diferencial en la lucha por el Scudetto. La respuesta de los ‘senadores’ según Gazzetta dello Sport habría sido que hay jugadores que están algo molestos con algunos modos de actuar de Sarri aunque por ahora el grupo está unido para conquistar el mayor número de títulos.

Está información detallada por el periódico deportivo más seguido del país afirma que el capitán y el portero habrían dicho al responsable del área técnica que los problemas no son tácticos o técnicos si no de comportamiento y enfoque. El entrenador utiliza un modo ‘demasiado directo’ para señalar algunos errores y consideran exagerada la vehemencia con la que dedica algunos reproches y esto acaba por crear un clima que no ayuda. Aunque eso si, se insiste que por encima de todo está el bien común de la entidad y no hay ningún conato de rebelión sobre las decisiones que toma el entrenador.

En este sentido Maurizio Sarri no debería preocuparse ya que ha recibido la confianza del presidente de forma cercana aunque a nadie le gusta que le señalen los fallos. Por otro lado a partir de ahora se va a analizar con más detalle cada elección del preparador y sobre todo la reacción de cada futbolista al ser sustituido. Es decir, más presión para el míster napolitano. Lo que queda claro es que la única manera de tranquilizar el ambiente es no dar un paso en falso el jueves en Coppa Italia y encaminar lo antes posible la clasificación a los cuartos de final de Champions League, en caso contrario que a nadie le extrañe si empiezan a salir nuevos nombres para el banquillo de Turín la próxima temporada.