¿Qué pasa realmente con Gareth Bale?

Gareth Bale vuelve a estar en el disparadero de las críticas. El galés vuelve a ser muy cuestionado, ahora en el Tottenham, y su carrera deportiva apunta a un precipicio preocupante.

Los hay que aseguran que todo era esperado viendo sus últimos años en Madrid. Otros, en cambio, afirman que está siendo decepcionante. Yo soy de los segundos. Creo que en el Real Madrid gestionaron mal su rutina, su día a día y hubo decisiones muy muy cuestionables. Que no se quisiera decir en ciertos medios es otro tema. Pero sí creía que una vez fuera, en un contexto más favorable (como podría ser la Premier League), iba a resurgir, iba a mostrar su extraordinario nivel. Estaba convencido.

Me gusta Bale. Es una realidad. Pero igual que la temporada pasada tenía argumentos sólidos, reales y justos para defender su situación, ahora me temo que no. Y lo confieso abiertamente porque, pese a que sigo creyendo en él, ahora ya su defensa la mantengo en términos absolutamente personales y subjetivos. Y es decepcionante.

Me preocupa el galés. Me preocupa porque veo esa misma sensación de que con él no va el tema, de que todo parece ir con normalidad. Entendía esa actitud en Madrid porque era la mejor forma de hacer frente a una situación complicada lejos de casa, con otra cultura, en uno de los mayores focos del mundo en el que casi todo se manipula y expone de forma alarmante. Pero ahora, en un pequeño paso atrás (por aquello de pelear deportivamente por los más grandes objetivos de la temporada), sigo viendo a ese Bale 'aislado', como virtualmente en otro escenario.

Es cierto que, pese a todo, tiene un dato muy interesante. No es ninguna defensa, pero Bale es el único jugador del Tottenham que ha marcado esta temporada en 4 competiciones diferentes (Premier League, EFL Cup, FA Cup y Europa League), lo que deja claro que, pese a jugar muy poco, sus cifras no son tan malas. 

El tema recae principalmente en que, como pasaba los últimos años en el Santiago Bernabéu, vuelve a tener muy pocos minutos. Y mientras Zidane intentaba mantener el control de la situación para no avivar las llamas en un elevado porcentaje de las ocasiones, Mourinho ha puesto la directa. El portugués ha activado la marcha de dejar titulares sobre el galés y, evidentemente, vuelve a estar en la diana mediática. Una situación, por cierto, que en el centro peninsular celebran.

El 'caso Bale' ya firma de forma rotunda tres decepciones: ni el Real Madrid va a poder revalorizarle para una futura venta, ni Bale está recuperando su mejor versión, ni el Tottenham ha conseguido tener a uno de los mejores futbolistas del mundo. Es la dura realidad objetiva de esta nueva andadura de Gareth en la liga donde, teóricamente, estaba llamado a recordar tiempos pasados.

Insisto. Gareth Bale me parece un futbolista extraordinario, pero cada vez tengo más dudas sobre si volveremos a ver su versión más estelar o, en cambio, seguirá difuminándose como un atardecer.