¿Y si el Getafe no cae?
Hace unos años el fútbol español vivió una temporada atípica cuando se proclamó campeón el Atlético de Madrid de Simeone. Atípica porque rompía la bipolaridad Barcelona-Real Madrid que, desde entonces, ha seguido escribiendo páginas en La Liga.
Aquel título liguero de los rojiblancos tuvo muchos matices. Desde su estilo de juego, su tono físico, sus protagonistas como Godín o Diego Costa hasta un lema que fue creciendo como la espuma en importancia y que, sin embargo, fue perdiendo efectividad con el paso de las jornadas. Una contradicción que dejó en mal lugar a los sabios del lugar y dejó totalmente en las altas esferas al equipo madrileño.
La bipolaridad Barcelona-Real Madrid era una realidad. Si no eran unos, eran los otros. E incluso era habitual que uno de ellos encadenara varios títulos seguidos. Sí, eso de “la mejor liga del mundo” se resumía en un poderío bipolar 2 equipos de 20 que, además (y por ello se presumía de su potencial), triunfaban en Europa. Pero 2. Sólo 2 clubes. Entonces, un lema recorría las jornadas ligueras en España sobre el Atlético semana tras semana: “Ya caerán”. Partiendo de una base bipolar tan existente, latente y sólida, pensar en que otro equipo ganara la Liga era una quimera, parecía una fantasía y realmente muchos pensaban eso precisamente, que era temporal, que llegaría un momento de inflexión de la temporada en el que el rendimiento de los rojiblancos bajaría y, entonces, Barcelona y Real Madrid llegarían con sus velocidades de crucero y se coronarían campeones. Pero no. No pasó, no ocurrió. El Atlético no cayó y se coronó campeón, precisamente en el Camp Nou.
Esta temporada existe una versión minimizada de aquello, de aquel lema. Si uno mira la tabla clasificatoria encuentra en puestos europeos a un Getafe que ha ido escalando en silencio, con una dinámica regular, y que ha ido aprovechando los numerosos errores y tropiezos del resto de equipos. Sin que nadie les viera (o no quisiera verles), sin hacer demasiado ruido. Mientras la irregularidad se instalaba en el TOP 10 los de Bordalás fueron sumando, fueron cosechando victorias, hasta la actualidad, hasta la presente situación, en la que son cuartos clasificados en la tabla y quieren dejarse llevar con una clasificación para la Champions League. Son cuartos, y siguen sumando.
El pasado fin de semana volvieron a ganar. Y lo hicieron remontando, dejando claro que tienen poder de reacción, que quieren seguir soñando, que no es su objetivo vital, ni impuesto, pero que ahora que lo tienen en su mano, quieren seguir sumando para conseguir la permanencia, primero, y a partir de ahí, soñar. Soñar fuerte. Soñar con ilusión hasta que las matemáticas digan lo contrario. Entonces, volvamos al principio.
El Getafe es cuarto clasificado. Esta posición en la tabla les daría una plaza de Champions League. Una realidad que, lógicamente, es inesperada y que hace latir cierta corriente de una versión minimizada del “Ya caerán” que vivió el Atlético. Pero, ¿y si no caen? ¿Y si ocurre que los del Coliseum Alfonso Pérez siguen ahí con el paso de las semanas? ¿Y si el resto de aspirantes siguen en dinámicas irregulares y los azulones se consagran? Sería histórico, y más que destacado.
El conjunto madrileño tiene cierta etiqueta de equipo duro, rudo, que aprieta al rival con un discurso alejado de lo poético. Pero lo cierto es que tiene en sus filas a dos de los mejores delanteros del campeonato. Un Jorge Molina y Jaime Mata que están maravillando a conocidos y, cada vez más, a extraños. Dos jugadores de estilos diferentes, de trayectorias poco parecidas, pero que están brillando con luz propia en este equipo. Uno mejora como el vino, con el paso de los años. El otro está aprovechando de forma majestuosa su gran oportunidad en la élite.
Suman, brillan, y lo hacen desde su foco mediático menor, en silencio. Mientras el resto se deja puntos, tropiezan, el Getafe se mantiene, sigue en la cima del objetivo por el que pelean varios equipos y deben batallar contra ese lema que ya les han instaurado desde las altas esferas celestiales del conocimiento futbolístico. “Ya caerán”, dicen, como dijeron con el Atlético. Pero, ¿y si no caen?