Real Betis y Valencia CF dilucidarán este sábado en el Estadio de La Cartuja quien releva al FC Barcelona como Campeón de la Copa del Rey, un trofeo que sigue manteniendo su prestigio y su solera, más si cabe con el nuevo formato, mucho más dinámico y atractivo. Miles de aficionados de ambos equipos llenarán las preciosas calles de Sevilla con bufandas, camisetas y banderas de su equipo. La final de la Copa; probablemente la mayor expresión de pertenencia y orgullo balompédico que se puede ver anualmente en el fútbol patrio.
El corazón del beticismo y el valencianismo late en las horas previas al esperado duelo, imaginando cómo puede transcurrir el partido, pero eso sí: todos se ven ganadores. ¿Y quién les culpa por ello?, no se contempla la derrota. Tienen argumentos sólidos y piezas de calidad en ambos conjuntos para imaginar el éxito de unos u otros.
Es una final, con lo que ello supone, da igual que se juegue en Sevilla o cómo lleguen los dos equipos. Incluso, si me apuras, da igual lo que dibujen en sus pizarras Manuel Pellegrini y José Bordalás. Al final, como siempre, lo más importante siempre acabarán siendo las pequeñas decisiones que tomen los futbolistas sobre el césped
Creo que el favoritismo inicial es del Betis pero que ello le puede pesar y atenazar durante la final y el Valencia sacar partido de esta circunstancia. Es por eso que imagino un partido con mucha tensión, muy trabado, con pocos goles y prórroga. La cuota al empate se paga realmente bien.