En el próximo encuentro entre Osasuna y Leganés, se anticipa un partido con pocos goles debido a varios factores clave. Osasuna enfrenta incertidumbres tras la salida de su entrenador Jagoba Arrasate, lo que podría afectar su cohesión y estilo de juego. Esta transición puede resultar en un enfoque más conservador mientras el nuevo entrenador ajusta su sistema y tácticas.
Por otro lado, Leganés, recién ascendido a La Liga, ha demostrado ser un equipo difícil de superar, como lo evidenció su rendimiento sólido en la Segunda División la temporada pasada. Aunque el equipo busca mejorar su plantilla, el espíritu y la motivación de los jugadores ya es un punto fuerte que los convierte en un rival complicado, especialmente para equipos como Osasuna que no destacan particularmente por su poder ofensivo.
Ambos equipos podrían optar por un enfoque más cauteloso, centrándose en asegurar la defensa y evitar errores en estos primeros días de la temporada. Con piernas pesadas y la necesidad de encontrar el ritmo de juego adecuado, es probable que el partido se desarrolle con cuidado y control, limitando las oportunidades de gol.
Además, todos los jugadores disponibles indican que ambos equipos pueden contar con sus mejores defensores, lo que añade otra capa de dificultad para que los atacantes encuentren espacios y ocasiones claras de gol. En consecuencia, se espera un partido ajustado y disputado, donde menos de 2.5 goles parece un resultado plausible.