Sergio González nos presenta su pronóstico para el partido de la NFL.
Ambos equipos siguen en la pelea por los playoffs, pero lo hacen por caminos distintos. Los Buffalo Bills controlan los partidos de forma constante gracias a la disciplina y a la defensa, mientras que los Cincinnati Bengals vuelven a basar sus opciones en Joe Burrow. La línea se mueve a favor de ellos, y hay motivos para ello.
Buffalo Bills
Los Buffalo Bills llevan un balance de ocho victorias y cuatro derrotas, aunque visualmente no siempre ofrecen un fútbol americano brillante. El equipo somete a los rivales desde la estructura: drives largos, defensa fiable y un mínimo de errores. La victoria por 26-7 ante los Pittsburgh Steelers es un indicador de lo eficazmente que el conjunto castiga los fallos ajenos. En los últimos ocho partidos, en seis el total de puntos quedó por debajo, con un ataque prudente y una defensa que limita las acciones explosivas de los oponentes. La posible ausencia de Dalton Kincaid reduce la variedad en la red zone, pero no rompe la estructura general del ataque.
Cincinnati Bengals
La victoria ante los Baltimore Ravens fue llamativa, pero se apoyó en cinco pérdidas de balón del rival. Incluso con esas posesiones regaladas, los Cincinnati Bengals solo aprovecharon una de seis visitas a la red zone, y el juego dependió de Ja'Marr Chase. El posible regreso de Tee Higgins mejorará el equilibrio, pero no resolverá el problema principal: una defensa débil. Ellos siguen sufriendo contra la carrera, conceden big plays y pocas veces generan presión para compensar sus carencias. En sus últimos tres partidos se han dado tres totales por debajo, lo que refleja el desequilibrio de un ataque inestable.
Buffalo Bills vs Cincinnati Bengals Pronóstico
Si se dejan a un lado las emociones y se analiza la estructura de juego, los Buffalo Bills ofrecen más fiabilidad. Los Cincinnati Bengals viven de las rachas, mientras que el cuadro castiga de forma metódica los errores del rival. Si sus oponentes vuelven a sostenerse a base de field goals y no de touchdowns, que el equipo abra una diferencia en el marcador será cuestión de tiempo. El conjunto mantiene mejor el ritmo, gestiona con más calidad los drives y resulta más fuerte en el plano mental cuando el partido exige disciplina.
