Irak e Indonesia forman parte del Grupo B en la fase asiática rumbo al Mundial de 2026. Ninguno de los dos tiene opciones reales de competir con Arabia Saudí por el primer puesto, así que se jugarán entre ellos el segundo lugar que da acceso a la repesca.
Irak llega en un gran momento. En septiembre conquistó la Copa del Rey al vencer a Hong Kong (2-1) y a Tailandia (1-0). Además, los resultados en casa refuerzan su favoritismo: en sus últimos diez partidos como local, solo ha perdido dos veces, sumando seis victorias. El equipo destaca por su consistencia, su solidez defensiva y una propuesta pragmática pero efectiva.
Indonesia debutó en esta fase con una derrota ante Arabia Saudí por 2-3. Aunque el marcador sugiere un partido igualado, la realidad fue otra. Los dos goles indonesios llegaron desde el punto de penalti y su producción ofensiva total fue de 1,56 xG. Más preocupante aún es su fragilidad defensiva: permitieron 17 remates y su xGA fue de 2,95. El equipo mostró muchas carencias a la hora de resistir la presión y defender su área.
Irak es claramente superior y lo ha demostrado tanto por forma como por resultados. Indonesia ofrece demasiadas facilidades en defensa, y su resistencia dependerá más de errores rivales que de méritos propios. Ante un Irak equilibrado y en casa, el pronóstico es claro.