Genk dejó sentenciada la eliminatoria con un contundente 5-1 en el partido de ida en Polonia. Aunque podría permitirse rotaciones o incluso una derrota mínima, el equipo belga no parece dispuesto a bajar el ritmo.
El recital del primer partido fue total. El Genk dominó a placer, marcó cuatro goles antes del descanso y hasta desperdició un penalti (doble parada del portero). Su delantero coreano Oh Hyeon-gyu acabó marcando poco después. La superioridad fue tan clara que no se esperaba una relajación total en la vuelta. Además, Genk no jugó el fin de semana en liga, ya que su partido ante Charleroi fue aplazado, así que llega fresco.
Lech ya vivió algo parecido en Champions, cuando cayó en casa 1-3 ante Estrella Roja y luego empató 1-1 en la vuelta. La defensa volvió a naufragar frente a Genk, y el equipo no mostró capacidad de reacción. También tuvo jornada libre en liga, pero los antecedentes no invitan al optimismo. El 5-1 encajado fue reflejo de una diferencia importante de nivel.
Aunque Genk tiene todo hecho, su superioridad táctica y ofensiva quedó demasiado clara en la ida. Lech volverá a sufrir, y el equipo belga querrá redondear la eliminatoria en casa con otra victoria.
