A falta de dos jornadas para el final de la fase de clasificación, Camerún se juega su presencia en el Mundial. Cualquier tropiezo sería un desastre absoluto, por lo que el equipo saldrá al campo frente a Mauricio con la máxima motivación.
En ocho partidos de esta fase de clasificación, Mauricio solo ha ganado una vez, y fue contra Esuatini, el colista del grupo. Ante rivales de mayor nivel, se ha hecho evidente que ni el ataque ni la defensa están a la altura de una competición de este calibre. Aunque tampoco se podía esperar mucho más de una selección sin experiencia en grandes citas.
Camerún sufrió una inesperada derrota en su último partido contra Cabo Verde (0-1), lo que le hizo perder el liderato del grupo. Sin embargo, las estadísticas reflejan otra historia: 61% de posesión, ocho remates, siete saques de esquina. El equipo generó lo suficiente como para marcar al menos un gol. Y eso sin contar que Camerún siempre ha destacado por su capacidad ofensiva, con 15 goles en siete partidos.
La diferencia de nivel entre estas dos selecciones es abismal. Teniendo en cuenta que cada gol es vital para Camerún en su lucha por el liderato, se espera un partido muy desequilibrado. Mauricio no tiene argumentos para frenar a un rival con tanta urgencia y talento.
