Sudáfrica está muy cerca de sellar su billete al Mundial 2026: una victoria en casa prácticamente confirmaría su presencia en la cita. Nigeria, en cambio, ha quedado atrapada por sus propios errores y ni siquiera ganando mantendría opciones reales.
Sudáfrica está firmando una fase clasificatoria ejemplar: lidera su grupo con 16 puntos y presenta el mejor ataque entre sus rivales con 13 goles marcados en siete jornadas. Lyle Foster (Burnley), Jayden Adams y Thapelo Morena (ambos de Mamelodi Sundowns) lideran el apartado goleador con dos tantos cada uno. En sus últimos 11 partidos, Sudáfrica solo ha perdido una vez y, en los ocho duelos directos más recientes ante Nigeria, solo ha caído en uno.
Nigeria atraviesa una grave crisis deportiva. Pese a contar con figuras como Victor Osimhen, Ademola Lookman, Alex Iwobi o Samuel Chukwueze, el equipo no responde sobre el campo. En siete partidos de esta fase solo ha anotado ocho goles y suma 10 puntos. El fiasco más reciente fue en el Campeonato Africano de Naciones, donde cayó 0-4 ante Sudán y 0-1 ante Senegal, quedando fuera en fase de grupos. Las carencias estructurales siguen muy presentes.
Sudáfrica llega lanzada gracias a su motivación, buen momento colectivo y solidez táctica. Con un empate podría asegurar su clasificación, mientras que Nigeria, aún con nombres de peso, no muestra señales de reacción. En este contexto, el equipo local parte con ventaja y el partido debería dejar al menos dos goles en el marcador.