Para St Patrick’s Athletic, este es el mayor reto de toda la temporada. El equipo irlandés intentará aprovechar el apoyo de su afición para plantar cara al favorito. Para Besiktas, en cambio, este partido representa una oportunidad para salvar el honor tras su fracaso en la fase previa de la Europa League y recuperar la confianza de sus seguidores.
Los de Jon Daly han superado con solvencia dos rondas previas, eliminando a Hegelmann Litauen (1-0, 2-0) y a Nomme Kalju (1-0, 2-2). Su solidez defensiva es notable: apenas han encajado dos goles en los últimos ocho partidos. Además, se muestran especialmente fiables como locales, donde han ganado por 1-0 en sus dos encuentros europeos anteriores. Otro factor a su favor es el ritmo competitivo: la liga irlandesa se encuentra en pleno desarrollo y el equipo llega con rodaje y buena forma física.
Besiktas viene de caer ante Shakhtar Donetsk en la clasificación para la Europa League, con un duro global de 2-6. El equipo de Ole Gunnar Solskjaer ha sido duramente criticado por sus problemas defensivos: ha encajado 12 goles en sus últimos seis partidos, incluidos los amistosos. De hecho, solo ganó uno de sus cuatro encuentros de preparación, y fue ante el modesto SKN St. Pölten. Las dudas han calado en la plantilla y la presión sobre Solskjaer crece, con rumores de que Nuri Sahin podría ser su reemplazo.
St Patrick’s Athletic tiene argumentos para mantener la eliminatoria abierta en casa. Puede perder por la mínima o incluso sacar un resultado positivo. Teniendo en cuenta la fragilidad defensiva de Besiktas y el momento de forma de los irlandeses, apostar por un hándicap positivo a favor del equipo local parece una opción muy interesante.