Brighton acumula tres jornadas consecutivas cayendo en la clasificación: de la zona de Champions League ha descendido hasta el noveno puesto. Ahora deberá visitar el Estadio Olímpico para enfrentarse a un West Ham United que solo pierde en casa en ocasiones especiales y ante los gigantes de la Premier League.
La última derrota de West Ham United en casa fue contra Arsenal (2:5) a finales de noviembre. Tras ese tropiezo, lograron una victoria importante ante Wolverhampton (2:1), en un partido donde Jarrod Bowen fue clave con un gol y una asistencia. El capitán y mejor jugador del equipo lidera tanto en goles como en asistencias (4+4). Cuando Bowen marca, West Ham United siempre gana; es la gran esperanza del equipo local. Sin embargo, en la última jornada, tuvo mala fortuna: estrelló un disparo en el larguero, y el equipo solo pudo empatar contra el Bournemouth (1:1).
Brighton llega tras sufrir su primera derrota de la temporada en casa, y no contra un equipo de la parte alta, sino frente a Crystal Palace (1:3), un equipo que lucha en la zona baja. La derrota fue merecida tanto en cifras (1.00-2.31 xG y 1-5 en ocasiones claras) como en sensaciones: la falta de intensidad y concentración del equipo derivó en goles en contra. Con esta, ya son cuatro jornadas consecutivas sin ganar para los de Fabian Hürzeler (dos empates y dos derrotas).
El West Ham United llega con una motivación similar a la que mostró Crystal Palace: West Ham United está muy por debajo de sus posibilidades, tanto en rendimiento como en inversión (ocupan el 14.º puesto). Por ello, al menos deberían sacar un empate en este encuentro.